Acércate a mi

La Novela (Ficción) mas Romántica y Trágica que jamás hayas leido.

Capìtulo 54 (Las primeras horas de vida de Satìn)

- Pasò un hora, no aguantaban mas, querìan verlas. Sale el mèdico.

(Doctor): ¿Me acompañan? Ya pueden entrar.

- Los tres muy emocionadops entran en el cuarto. La ven acostada con Satìn en sus brazos. Bill es el primero en entrar con tres docenas de rosas blancas que habìa mandado a comprar un poco antes. Las pone en una pequeña mesa y le dà un beso a Antonella y otro a Satìn, no podìa parar de morarlas, con làgrimas en los ojos la alza por primera vez, mientras que Simone les saca una foto a los tres juntos.

(Bill): ¡Dios mio! ¡Realmente es demasiado hermosa!

(Antonella): No puedo creer que hallas venido. ¡Que pasò con la gira!

(Tom): ¡No sabes como estaba! Nisiquiera yo lo conocìa. Dimos una conferencia de prensa y vinimos... tuvimos que cancelar un show pero gracias a dios la gente entendi`+o.

(Bill): ¡No me iba a perder ni loco las primeras horas de mi chiquita!... querìa ser el primero en verla.

(Simone): Terrible lo baboso que esta jaja. Felicitaciones preciosa, es igualita a Bill cuando resièn habia nacido.

(Antonella): Si, por suerte no sacò mi nariz. Jajaja.

(Tom): ¿¡Me dejan alzar a mi sobrina por favor!? Soy el tìo mas fachero de todos.

(Simone): Parà que el padre esta re bobo.

- Pasan cinco dìas, ya le dieron el alta. Salen por una puerta auxiliar en la parte de atràs del Hospital junto a los guardaespaldas. A pesar de que querìa privacidad, los paparazzi ya estaban en el lugar hace horas sacando fotos y filmando toda la secuencia. Cuando salen era un enorme tumulto de gente. Se van lo mas ràpido que pueden sin decir ni una palabra. Llegan a la casa y Antonella se va a acostar junto a Satìn. Bill va con ellas.

(Bill): Las miro y no puedo creer lo hermozas que son.

(Antonella): ¿Viste? Jajaja. Gracias... por estar.

- Bill se acuesta al lado de ellas, Satìn estaba en el medio de los dos mirandolòs.

(Bill): Satìn, me dejas preguntarte algo? - Si papi. Jajaja. Hija... ¿me das permiso para casarme con tu mamà?.

(Antonella): ¿Que?

(Bill): Creo que es el mejor momento.

(Antonella): No se que decirte... ¡obviamente que si!

(Bill): ¿Entonces?

(Antonella): No nada... es que... mi cerebro lo logra procesar tanta felicidad junta jaja. Obviamente que me quiero casar con vos. No sabes cuanto te amo.

- Los tres se duermen juntos. Si aprendes a perdonar y a olvidar, vas a encontrar la verdadera felicidad.

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